martes, 18 de julio de 2017

Marinación

Hace ya tiempo que seguimos las indicaciones, consejos y enseñanzas de nuestro Amado Guruji. En casi todos sus Satsangs, bien sean en Monte Sahaja como en otros lugares, incluso en esas conversaciones informales que a veces tiene con Seres que se le acercan repite insistentemente la palabra "Marinate" o marinación, es un concepto que debido a las palabras (es decir al lenguaje), se mal interpreta o no se llega a la profundidad de su significado completo.
El marinar, lo podemos equiparar a "adobar", a mi me gusta mucho la cocina, de hecho es algo que suelo hacer (no siempre que puedo), pero el CONCEPTO, es realmente interesante si lo sentimos desde el Ser, voy a intentar hacer que tú que estás leyendo estas humildes palabras puedas sentir.
Cuando realizamos un adobo, sabemos dos cosas, los ingredientes y que lo que se está adobando se conservará durante más tiempo que si no lo estuviera.
Partiendo de esa base, sabemos que para adobar un pescado necesitamos aceite, sal, vinagre, ajo y pimentón. ¿La proporción?, bien, es un poquito de una cosa, una pizca de otra, una cucharilla rasa de otra, y un pellizquito de aquella, ha quedado claro verdad.....
Pues eso mismo, cuando adobamos sabemos lo que hay que hacer y para qué lo queremos hacer, lo tenemos claro, lo sentimos, y la forma, muy sencilla, a través de los sentidos, a través de sentir, lo que se está adobando sabemos, si está fuerte, o flojo, o soso o poco sabroso.
Cuando tras la meditación del Maestro, en la que dejamos nuestra mente, nuestros problemas, el tiempo, el pasado, el futuro y nuestros zapatos en la puerta, sabiendo que dentro todas esas cosas no son necesarias, pero que si queremos estarán afuera esperándonos, estamos en un estado que resulta raro, no mente, no tiempo, no preocupaciones, no sentidos, no persona, en esencia sólo Ser.
Es ese estado el que debemos mantener en la vida, siendo conscientes de lo que Somos, sólo eso, jajaj, sólo eso.
Pues equiparando a nuestro adobo, sabemos qué necesitamos para hacerlo y cuando lo hacemos sólo sabemos que debemos dejarlo reposar, que los ingredientes hagan su efecto en la carne o el pescado para que adquieran el aroma y los sabores de los ingredientes del aliño, lo tapamos, para que no se escapen los aromas ni se mezclen con otros que pueda haber en el frigorífico ¿Verdad?.
Así es, también en la marinación del Ser, sino que no hay ingredientes (ya Lo llevamos con nosotros), es más hay que quitar lo que sobra, es como si echáramos al aliño las cáscaras o lo que sobra de los ingredientes (sería una locura, ¿verdad?), en nuestra marinación no necesitamos ingredientes que lo estropeen como la mente, el tiempo, los problemas, las preocupaciones, los sentidos, el pasado, el futuro.. etc. sólo necesitamos Ser.
Una vez dicho todo lo anterior, ¿qué conseguimos con la marinación?

Un Ser.

Un Ser consciente, que ha tomado su tiempo para llegar a Ser (igual que el tiempo de reposo del aliño), y nada más, esto no es una carrera, no hay premio, solo Ser, un Ser que reconoce su Divinidad, un ser Feliz, Alegre, lleno de Gracia y Gratitud. Y precisamente ahí es donde debemos permanecer, permitiéndonos, que haya algún resto de cáscara (a veces a la mente no quiere que marinemos, o el pasado viene, o las preocupaciones del futuro), es normal, no pasa nada, se quita y se vuelve al reposo, a la quietud del Ser, de lo Inmutable.

Gracias,  por haber leído esta entrada. Eres Amado. Gracias, Gracias.



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